Trincheras: Frenan la erosión y regeneran las tierras
El agua que vemos fluyendo libremente sobre nuestras tierras puede estar erosionándola, convirtiendo los ahora fértiles ranchos en potreros con muy poca producción de pasto.
Imaginemos que estamos enseguida de un río, es de noche y un enorme vacío cubre el cielo dejándolo sin estrellas. A lo lejos, río arriba, resplandores instantáneos iluminan a su alrededor revelando enormes nubes negras, dejándonos ver por un instante cortinas grises que parecen que cuelgan bajo ellas. Allá lejos cae una tromba.
Cortesía de Cuenca Los Ojos
Cortesía de Cuenca Los Ojos
A la mañana siguiente, nos despierta el ruido del ahora caudaloso río, sus aguas cristalinas se tornaron turbias arrastrando consigo ramas, palos y tierra, mucha tierra.
La erosión es un “desgaste de la superficie de un cuerpo” causada por la fricción de un cuerpo sobre otro. La erosión de la tierra puede ser causada por caminos, viento y, adivinen, también el agua.
Si no tomamos medidas y acciones para contrarrestar la erosión de los suelos, y alguna vez nuestros ranchos se encuentran bajo una tromba como la que imaginamos, podemos asegurar que con el paso de los años nuestras tierras irán perdiendo valor y fertilidad.
Cortesía de Cuenca Los Ojos
Si bien, detener por completo la erosión de la tierra es imposible, podemos trabajar y tomar acciones para frenarla y evitar que la tierra se siga perdiendo a estas velocidades. Una de estas acciones es la construcción de trincheras en arroyos y/o cárcavas que funcionen como pequeñas presas que frenen el agua y a su vez el arrastre de tierra y materia orgánica.
Queremos que la buena tierra se quede en nuestros ranchos.






En México ya existen ranchos donde se frena la erosión; personas interesadas en mantener los suelos fértiles y regenerar las tierras han implementado el uso de trincheras en sus ranchos.
Por ejemplo, entre las regiones de Arizona, Nuevo Mexico, Sonora y Chihuahua existe Cuenca Los Ojos, una organización sin fines de lucro dedicada a la conservación y restauración de los suelos y de los corredores de fauna; maneja más de 52,000 hectáreas designadas voluntariamente a la conservación y es donde se han construido un gran número de trincheras.
“Dejamos de contar, pero debe de haber más de 40 mil [trincheras] en ambos lados de la frontera,” dice nuestro socio de MRR José Manuel Pérez Cantú, director de operaciones en Cuenca Los Ojos.
Trincheras a lo largo de arroyos.
Trincheras deteniendo y almacenando agua.
Deteniendo la erosión. Antes y después.
Es importante entender que las trincheras funcionan sin importar el tamaño del que sean construidas. No tenemos que ponernos a buscar cárcavas de 5 metros ni de calcular el número de costales de cemento necesarios para construir una. La trinchera hará su trabajo y dará resultados independientemente del tamaño.
El Ing. Agrónomo Zootecnista Carlos Flores, de Rancho la Sanguijuela – (Mpio. De Escobedo, Coahuila) es uno de los mejores ejemplos a explorar para entender los avances y el éxito que se puede alcanzar mediante el uso de trincheras. Carlos Flores quedó convencido del sistema MRR desde que lo conoció en 2017, y se ha asegurado de mantenerse actualizado al acudir año con año a nuestras convenciones anuales.
Fotografías: Carlos Flores. Rancho la Sanguijuela
Escombros de cemento
También se han llevado a cabo la construcción de “pequeñas represitas a mano” con palos y troncos secos junto con la siembra de nopales y otras plantas en los bordos, donde crecen y a su vez fungen como trincheras naturales - que de igual manera atajan el agua y detienen la tierra.
Uso de vegetación para captar agua y detener la tierra.
Mayor captación de agua se traduce en más zacate.
Quizá la prueba más importante de los resultados alcanzados por el Ing. Flores, tras la captación del agua y la retención de la tierra, sea el incremento de zacates en su rancho.
“Aquí vemos como en donde se acumula el agua tenemos más cantidad de zacate,” dice el Ing. Flores, “hemos encontrado que empieza a haber zacates que antes no había,” como el Buffel, Toboso y otros que fueron introducidos desde el estado de Chihuahua por medio de semillas sembradas en estos bordos y trincheras.






El Ing. Flores, además de incrementar sus pastizales, también ha encontrado la manera de sacarle aún más provecho a esta práctica. “Aquí corría bastante agua y nos echaba a perder gran parte del camino,” explica el ingeniero tras utilizar las trincheras y bordos como forma de guiar el agua fuera de los caminos.
Podemos ver que estas trincheras existen en varios tamaños y pueden ser construidas de diferentes maneras con distintos materiales.
Por medio del uso de trincheras los ganaderos y agricultores pueden empezar a hacer mucho para frenar la erosión de sus tierras. El uso de maquinaria pesada o grandes inversiones no son requeridas para la construcción de trincheras. También se pueden construir de manera sencilla con materiales y recursos ya existentes en los ranchos: piedras, ramas, palos, troncos, y demás.







ADELANTE
Cuando más productores se den cuenta de la gran cantidad de agua que pueden almacenar, de la tierra que puede ser asegurada y de cómo las trincheras pueden regenerar los suelos, se mantendrán y crearán tierras más fértiles, se detendrá aún más la erosión; crecerán más pastos y aumentará la producción. Con todo esto veremos un aumento en la calidad y nivel de vida de los involucrados y seremos más los involucrados en el Manejo Regenerativo de Ranchos.
Agradecemos a Cuenca Los Ojos por habernos proporcionado material para este artículo. Puedes conocer y leer más sobre ellos en https://cuencalosojos.org/
También agradecemos al Ing. Agrónomo Zootecnista Carlos Elaviano Flores Flores, quién proporcionó de fotografías, experiencias e información muy útil para la generación de este artículo.